Atalaya de Puig–Castellar

El privilegiado emplazamiento del Puig-Castellar y el sendero que allí nos llevará nos permite disfrutar de unas inmejorables panorámicas sobre el macizo de Collserola, la ciudad de Barcelona y buena parte de la llanura del Vallès. A este atractivo natural hay que sumarle el aliciente cultural, ya que la parte más alta del cerro también nos depara la agradable posibilidad de visitar los restos del poblado ibérico de Can Castellar.

Salimos por el otro lado donde se encuentra el edificio de la estación, atravesamos la calle Guadiana paralelo a las vías del tren y tomamos la calle Vilomara hasta su confluencia con la avenida de la Ribera, que seguiremos a la derecha hasta llegar a una rotonda. Una vez allí, giramos a mano izquierda y tomamos una carretera que atraviesa el río Besòs.

Al otro lado del puente tomamos a mano derecha el paseo que recorre el margen del río, lugar donde encontramos las señales rojas y blancas del GR 92 que nos acompañarán prácticamente hasta la cumbre del cerro de Puig-Castellar. Avanzamos por el paseo hasta encontrar un pequeño torrente que nos llega por la izquierda, a pesar de no ser muy evidentes las señales del GR que marchan por la izquierda y la desaparición de construcciones por el mismo lado nos ayudan a localizar con cierta facilidad este punto.

Dejamos el paseo y atravesamos una zona de campo hasta llegar a la carretera BV-5001 y a la puerta de entrada de la depuradora de aguas residuales de Montcada i Reixac. Desde aquí atravesamos la carretera con mucho cuidado y pasamos por delante de la torre dels Frares. A escasos metros encontramos una cadena que restringe el paso a vehículos y un letrero que nos indica que entramos dentro del espacio del Parc de la Serralada Litoral. Seguiremos por esta pista hasta encontrar a mano derecha un sendero que en dirección sur y señalizado con las marcas del GR se enfila arriba.

Después de un tramo de fuerte subida llegaremos a un pequeño plano donde encontramos una torre eléctrica y dónde dejamos a la derecha una pista que marcha abajo. Seguimos arriba resiguiendo la línea de cresta que gana altura progresivamente y que nos permite disfrutar de unas buenas panorámicas sobre la ciudad de Montcada y buena parte del Vallès. Después de este tramo de fuerte subida el sendero desemboca a una pista ancha donde dejaremos de seguir el GR que marcha por mano derecha y seguiremos recto por una pista que avanza de forma llana en dirección sudeste.

Al cabo de unos minutos encontramos una pista que nos llega por mano derecha y que se encuentra cerrada con una cadena para impedir el acceso a los vehículos. Siguiéndola llegaremos pocos metros más adelante a la entrada del yacimiento ibérico de Puig Castellar que rodea la cumbre del cerro donde nos dirigimos y que podremos visitar antes de llegar. Una vez arriba podremos disfrutar de unas excepcionales panorámicas sobre Barcelona, Collserola, buena parte de la llanura del Vallès y el cerro de Montcada así como de Sant Llorenç del Munt y Montserrat en la lejanía.

Bajamos de la cumbre y deshacemos el camino hasta el cruce donde hemos encontrado la cadena. Una vez allí seguimos la pista a mano derecha en dirección a la ermita de Sant Climent, visible delante nuestro. Pocos metros más adelante encontramos un nuevo cruce donde confluyen cuatro pistas, tendremos que seguir la primera pista que marcha por mano izquierda en dirección noroeste. Esta pista avanza primero de forma llana y más tarde en fuerte pendiente transformándose en un estrecho sendero que desemboca en una pista más ancha que seguiremos a la derecha y abajo. En breve la pista que seguimos desemboca en otra que seguiremos hacia la izquierda y que pasa por delante de Can Filosa, antigua casa de estilo modernista. Siguiendo esta pista llegaremos en pocos minutos hasta la torre dels Frares, desde donde desharemos el camino que hemos hecho a la ida hasta llegar a la estación de tren de Montcada.

Encontramos un lugar apto para hacer una parada en el recorrido en el mirador del yacimiento ibérico Puig-Castellar.