Ruta semicircular que sigue un tramo del río Ripoll a la altura de Barberà del Vallès.
RECORRIDO
Salimos de la hípica por el camino de acceso, hacia el río, dirección sudeste. Este primer tramo lo hacemos entre sol y sombra de pino blanco, encina y olmo de hoja pequeña que nos quedan al margen izquierdo. Cogemos el camino del río, que seguiremos durante un buen tramo, llano y fácil de hacer. A mano derecha dejamos la entrada del molino d’en Santo. A la izquierda hay una hilera de pinos, que enlazan con unos huertos donde podemos ver un gran agave. A la derecha, pasamos por unas antiguas naves, un centro hípico y a continuación vemos el río entre caña americana.
El afloramiento de agua es exiguo, es un río que discurre sobre todo de forma subterránea. La anchura del cauce se debe a los años de erosión y a las avenidas ocasionales, sobre todo en otoño.
Llegaremos a la carretera de Barberà a Santiga, que cruzaremos y continuaremos por el camino ancho, de suelo blando. A la izquierda tenemos el margen boscoso de pino y encina y alguna higuera de moro. A la derecha tenemos las vistas al río. A pesar de que algún día pueda parecer turbia, la calidad del agua ya es bastante buena debido a las tareas de depuración de las aguas tanto urbanas cómo de industria. De hecho, desde hace pocos años ha mejorado la biodiversidad acuática con la presencia de pequeños invertebrados y podemos ver diferentes especies de animales: familias de pato cuello-verde, alguna garza real, garcilla bueyera e incluso algún martín pescador si tenemos suficiente vista, entre otros. Al otro lado del río, vemos un gran alzamiento del margen, con la población de Barberà del Vallès a la altura de la ermita de La Románica.
Dejaremos un desvío a la izquierda, bajo una gran encina y seguiremos abajo hasta el siguiente camino que se enfila por el margen, entre un bosque de encina joven con uno sotobosque muy limpio: alguna enredadera de zarzaparrilla y aladierna, dejando el río a las espaldas.
Empezamos a ver la parte de atrás del polígono de Santiga y, una vez arriba de todo, encontraremos a mano derecha el castillo de Barberà (por detrás). Seguiremos adelante y a nuestra izquierda encontraremos un camino que desemboca en un campo, con diferentes especies arbóreas autóctonas plantadas. Lo rodearemos y recuperamos el camino por dónde hemos venido.
Al encontrar el desvío a la derecha, lo cogemos y bajamos con cuidado hasta el camino del río, puesto que se trata de un camino con peldaños. Una vez abajo del todo, encontraremos el río Ripoll delante nuestro y tendremos que coger a la derecha el mismo camino por donde hemos venido. Rehacemos este tramo hasta la hípica, ahora con vistas de Sant Llorenç al fondo.
DESNIVEL
NO OS PERDÁIS…
Río Ripoll: el río ha sido aprovechado durante siglos por la agricultura y posteriormente por la industria. El crecimiento urbano y la industrialización le hicieron entrar en un proceso de degradación en la década de los cincuenta. Posteriormente, a mitad de los noventa, el proceso se ha invertido gracias al desarrollo y a la aplicación del plan de recuperación integral del río Ripoll y hoy podemos afirmar que el Ripoll vuelve a disfrutar de buena salud y que Sabadell ha redescubierto su río y la riqueza de su paisaje.
Molino d’en Santo: antiguo molino papelero situado cerca del río Ripoll. Está documentado desde el año 1660. Consta de dos naves en forma de “L”, las dos cubiertas con tejado a dos aguas. Tiene planta baja y dos pisos. El piso superior servía de secador, por eso tiene tantas ventanas.
Ca n’Altimira: torre cuadrada de unos 8 metros de altura. A pesar de que la construcción original era más elevada, con la construcción de la masía que la rodea se recortó la parte superior para encajarla en el edificio. Actualmente consta de dos espacios: la planta baja y el piso superior. Ca n’Altimira era una torre de vigía y un enclave auxiliar para la defensa del castillo de Barberà.
Castillo de Barberà: documentado el 1005 mediante unas disposiciones testamentarias de Guitard, el cual hacía entrega del castillo a partes iguales entre la sede de Barcelona y la basílica de Sant Miquel Arcángel. El conde de Barcelona, el año 1599, la pasó a manos de los Galcerán de Pinós, a los que Felipe V nombró marqueses de Barberà el 1702. El antiguo castillo de Barberà ha sido convertido en masía y, exceptuando un muro, no conserva muchos vestigios de fortificación. La capilla del castillo, dedicada a Santa Coloma, se documentó el 1006. Desde el siglo XVIII la capilla está dedicada a Santa Paloma y Sant Jaume. Perdida su condición de explotación agro-pecuaria y deshabitado, el 1988 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barberà del Vallès.
SUGERENCIAS
El molino d’en Gall, la iglesia de Santa Maria de Barberà (La Romànica), Can Gorg y el núcleo de Santiga son puntos de interés cercanos a esta ruta.
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