Originariamente, el castillo de Sant Marçal de Cerdanyola del Vallès era un edificio de planta cuadrada con patio central, una torre y una capilla gótica, rodeado de un foso. El 1895 la familia Arróspide encargó a Gaietà Buïgas -arquitecto de la época, muy conocido por el monumento a Cristòfol Colom de Barcelona? que adaptara el edificio para usarlo de segunda residencia. Lo hizo respetando la estructura original, pero recubriendo el edificio con una decoración fantástica inspirada en la arquitectura románica y gótica.
A lo largo de los últimos treinta años se ha hecho un enorme esfuerzo para restaurar el edificio, tanto por fuera como por dentro, así como para ampliar y mejorar los jardines y los estanques. También se ha habilitado conexión WiFi a los salones del recinto.
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