Paseo de ida y vuelta siguiendo el curso del río Ripoll, donde la vegetación de ribera y un agradable paisaje nos acompañan durante todo el recorrido.
Salimos de Can Jonqueres siguiendo el curso del río y dejando atrás el efecto plateado de las hojas de los álamos. En este paisaje de ribera el pasado industrial del territorio ha dejado su huella. Desde nuestro carruaje, divisamos los restos del molino Oriac y, más adelante, el molino de Mornau, catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional. Continuamos nuestro paseo al lado del río pasando por la fuente de la Teula y llegando, finalmente, a un pequeño ensanchamiento del camino donde hay un antiguo horno de cal. En una explanada, bajo unos inmensos árboles, está la fuente del Plàtan, y el punto de regreso de nuestro camino.
RECORRIDO
Es un paseo agradable, de ida y vuelta por el lado del río Ripoll, en carruaje, una forma muy amena de descubrirlo. Teniendo en cuenta el sentido del agua, iremos por el margen derecho del río.
Salimos del aparcamiento de Can Jonqueres. Desde aquí, antes de subir al carro tenemos una buena vista del río, típicamente mediterráneo: tiene más agua a nivel freático (subterráneo) que no la que vemos circulando en superficie, pero esta puede presentar crecidas importantes si hay lluvias abundantes, cosa que suele pasar en otoño. Hacia la parte baja que vemos desde aquí tenemos una de las zonas donde se están haciendo esfuerzos para recuperar la vegetación de ribera, desde el 2009.
Antes de empezar el margen, tenemos plantados tres ejemplares de álamos: árbol de ribera, con las hojas muy blancas por la parte de debajo, cosa que provoca un efecto plateado cuando el viento las mueve.
Subimos al carruaje y enfilamos la calle recta arriba hacia el puente de Castellar. A nuestra izquierda tenemos alguna parcela con vegetación ruderal y restos de industrias. A la derecha, y siguiendo la calle, hay unos buenos ejemplares de chopos. El río nos queda abajo, pero podemos ver un par de puntos con desnivel, donde el agua se oxigena al caer. Aquí es frecuente ver alguna garza real esperando la comida o alguna de las familias de pato cuello verde que se han establecido en el río desde hace tiempo.
A mano derecha encontraremos una pasadera de madera que nos permite acercarnos al restaurante Can Pagès y al torrente de Colobrers, un buen paseo a pie. En este punto, a la izquierda vemos los restos del molino Oriac. Pasamos bajo el puente de la carretera hacia Castellar y a mano izquierda aparece el molino de Mornau, en muy buen estado de conservación. Está declarado Monumento Histórico, como Bien Cultural de Interés Nacional.
A mano derecha vamos viendo el río, con diferentes estados de conservación de la vegetación de ribera, sobre todo con muchas agrupaciones de caña, algunos chopos y en algunos puntos, juncos.
Poco después, cuando el camino gira ligeramente, a la izquierda vemos los huertos de aliseda, bajo el bosque de Can Deu. Al otro margen vemos algunos ejemplares de álamo. Pasamos unos cuántos plataneros y vemos un huerto muy artístico decorado con originales esculturas entre las plantas. Aquí encontramos la fuente de la Teula.
A partir de aquí el margen izquierdo del camino ya está recubierto de árboles: sobre todo pino blanco, platanero y alguna encina y roble dispersos. Vemos un pequeño ensanchamiento del camino donde hay un antiguo pozo de hielo y enseguida el camino se allana a la derecha, bajo inmensos plataneros, donde está la fuente con el mismo nombre, punto final del camino. Aquí se acaba el término municipal de Sabadell y empieza el de Castellar. Visitamos el pozo de hielo y retomamos el camino de vuelta.
DESNIVEL
NO OS PERDÁIS…
El río Ripoll: el río ha sido aprovechado durante siglos por la agricultura y posteriormente por la industria. El crecimiento urbano y la industrialización lo hicieron entrar en un proceso de degradación en la década de los cincuenta. Posteriormente, a mitad de los noventa, el proceso se ha invertido gracias al desarrollo y a la aplicación del plan de recuperación integral del río Ripoll y hoy podemos afirmar que vuelve a disfrutar de buena salud y que Sabadell ha redescubierto su río y la riqueza de su paisaje.
Sant Vicenç de Jonqueres: conjunto arquitectónico que conserva elementos románicos, góticos, renacentistas y de época barroca. Está formado por el edificio de la iglesia que tiene adosada, por el lado de ponente, la vicaría y, por el lado de levante y de mediodía, el vallado del cementerio. El año 1992 se rehabilitó y adecuó al entorno. Actualmente la planta baja de la vicaría acoge un taller artesanal.
Molino de Oriac y molino de Mornau: construcciones preindustriales que convierten el río Ripoll en una de las cuencas más importantes del inicio de la industrialización a nivel catalán (siglos XVIII y XIX).
Del molino pañero de Oriac (finales siglo XVII, principios siglo XVIII) sólo se conservan algunos restos pertenecientes a antiguas construcciones procedentes de servicios sepultados como depósitos, estructuras industriales, pozos, galerías, sistemas y mecanismos hidráulicos, canalizaciones, etc.
Considerado el molino papelero más grande del siglo XVIII, el molino de Mornau fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) por el Gobierno de la Generalitat de Cataluña dado que constituye una de las piezas más singulares del inicio de la industrialización de Cataluña. El molino se articula en cuatro plantas y sótano, las 3 plantas superiores constituirían los miradores para el secado del papel, mientras que el sótano y la primera planta tenían en origen la maquinaria productiva.
Fuente del Plàtan: recibe este nombre por los árboles que lo rodean. El horno de cal y su entorno se encuentran en proceso de rehabilitación.
Fuente de la Teula: reconstruida después de la riada del año 62, actualmente no tiene la teja que le había dado el nombre: un tubo de hierro la ha sustituido.
SUGERENCIAS
El torrente de Colobrers, el bosque de Can Déu o el horno de cal de Ribatallada son puntos de interés cercanos a esta ruta.
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