Ruta entre Sentmenat y Caldes de Montbui, por la zona Noreste de la comarca. Es un camino circular, de aproximadamente hora y media de duración, que muestra el paisaje singular de la llanura vallesana, combinación de cultivo de secano y bosque mediterráneo de la zona. Se pueden realizar rutas de más larga duración, de toda una mañana o tarde, de todo el día e incluso de fin de semana, siempre por parajes naturales y bien conservados, de montaña mediana, cerca del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. También se ofrecen salidas hacia la llanura vallesana, recomendadas sobre todo en invierno.
RECORRIDO
Esta ruta es una buena muestra del paisaje ruderal que a lo largo de la historia ha formado la comarca, antes de la expansión de la urbanización y los polígonos industriales. A caballo de los términos municipales de Sentmenat y Caldes de Montbui, pasaremos por diferentes masos y variedades sutiles del bosque mediterráneo.
Saldremos de la hípica por el camino de acceso, hacia la izquierda y pasaremos en medio de cultivo de secano: olivos a derecha e izquierda, aquí alternadas con avellanos, de hojas grandes y lozanas. A mano derecha podemos ver el antiguo Mas d’en Cisa. Al girar el camino hacia la derecha, visualizamos la cumbre del monte de la Creu al fondo, con cuidados cultivos de cereales en primer término.
Cuando el camino baja suavemente hacia la izquierda, pasamos por al lado de una cuidada cerca con olivos, lavanda y girasol a mano derecha. Una serie de cañas y almendros siguen el perfil del campo de trigo que se va elevando a medida que bajamos hasta pasar un pequeño torrente. Los márgenes del camino, cada vez más altos y arcillosos, son una buena muestra del rico suelo agrícola de la zona. Los encontramos plenos de plantas ruderales: rabaniza, aliaga, hinojo, diferentes gramíneas… que atraen una gran variedad de caracoles, arañas, mariposas y otros insectos.
Después del torrente, avanzamos pocos metros rodeando el polígono Mas d’en Cisa hacia la derecha, hasta recuperar el camino entre los campos de cereales. Al llegar a una gran higuera podremos ver Can Fruitós delante y el castillo de Sentmenat a la izquierda.
Actualmente se está restaurando como museo y restaurante. Al llegar al castillo, encontramos la pista principal hacia Can Fruitós: giramos a la derecha, pasando por al lado de unos grandes robles y después de unas encinas y pinos. Podemos seguir por esta pista principal que discurre entre campos y pineda o coger un desvío a mano izquierda que nos llevará a pasear por los huertos, que siempre son interesantes como ejemplo de cultivo de riego tradicional, en contraste con los campos de secano que vemos el resto del camino. Por este sendero tendremos una fantástica vista posterior del castillo, sobre el barranco por donde sacan la cabeza unos buenos ejemplares de pino piñonero, con la copa más apretada y de un verde más intenso que el pino blanco. Encontramos un camino que sale hacia Castellar y la urbanización Can Vinyals.
Al dejar atrás los huertos, encontramos alternancia entre cultivo de secano y bosque joven de encina, con alguna que otra viña asilvestrada, hasta recuperar el camino principal, que retomaremos a mano izquierda. En este trozo podemos disfrutar de las plantas aromáticas más tradicionales: romero, espliego y tomillo, que sobre todo oleremos al ser rozadas por los caballos.
Continuamos por el camino principal, donde a derecha e izquierda podemos ver grandes pinos blancos con encinas jóvenes que crecen con fuerza a su sombra y con estepa blanca creciente en los claros soleados. Cuando encontramos una boca de prevención de incendios, a mano izquierda sale un atajo hacia Guanta, para aquellos con un poco de experiencia puesto que es un sendero más cerrado.
Continuamos por el camino hasta encontrar el de Guanta y enseguida nos encontramos un banco de piedra de la zona; de detrás suyo sale un camino hacia la fuente de Bou, sólo para expertos. En este banco se suelen sentar los sentmenatenses cuando pasean hasta la virgen rodeada de flores que nos encontraremos justo al girar la curva.
En este punto el camino ya hace más pendiente, el terreno es más arcilloso y vamos subiendo entre bosque formado de pino blanco y alguna que otra encina. De repente tendremos una vista sorprendente del castillo de Guanta, camuflado por la vegetación sobre un peñasco, y la masía de Can Senosa al pie. En un curva del camino, encontramos el acceso al mas.
Nuestro camino continúa subiendo. Podemos ver como el sotobosque se va volviendo más denso, de brezo y lentisco, hasta que llegamos a una pequeña explanada donde a mano derecha sale un sendero que sube hasta el extremo del cerro, donde encontraremos bellas sorpresas: dos restos arqueológicos del siglo IV a.C., unos restos de un poblado ibérico que todavía está siendo estudiado y la Torre Roja, restos de una pequeña fortaleza construida durante el siglo XIV. La última sorpresa es la espectacular vista de toda la llanura vallesana y la cordillera litoral que evidentemente hacían de la fortaleza un buen lugar de vigilancia.
Volvemos atrás por el sendero y continuamos el camino ancho a la derecha. Empezamos el descenso, suave y serpenteante, siguiendo el perfil de la montaña. En este sector, más expuesto al sol, vemos como domina el pino blanco y el sotobosque es más pobre.
Podemos ver como el terreno se va volviendo más calcáreo antes de abrirse a los campos de secano de olivo y heno. Llegamos a un cruce: a la izquierda iríamos hacia el Roure Gros y Caldes, recto hacia la torre Marimón y a la derecha enfilamos el regreso hacia la hípica.
Ya volvemos a estar en lo alto de la llanura vallesana, donde podemos ver la riqueza de los diferentes cultivos: las plantas ruderales que los rodean, empezando con unos grandes agaves a mano derecha, los rastrojos de mediados de verano, las zarzas en flor de la primavera y las moras en otoño, todos ellos ornamentados con flores de colores variados como las rabanizas amarillas y blancas y las amapolas rojas.
DESNIVEL
NO OS PERDÁIS…
Mas d’en Cisa: mas que formaba parte del territorio del Condal. Establecido como mas Vilar al final del siglo XII, aparece como mas d’en Cisa en el siglo XV. La estructura está hecha a base de muros de piedra de tabicar, y los forjados están formados por vigas y mesas de madera. En la sala de la planta baja hay un portal con arco de medio punto y un lavamanos de depósito de piedra empotrado, con tres caras en relieve (s. XVII-XIX), que está situado en el muro de la fachada principal.
Can Senosa: masía conocida también como Mas d’Aiguasenosa, situada en el valle del mismo nombre y en territorio del antiguo Condal. Aparece documentada por primera vez en 1002. Varias reformas y modificaciones han desdibujado su forma original; a pesar de todo, todavía se puede observar una ventanilla gótica de la construcción primitiva.
Castillo de Guanta: más arriba de la casa de Guanta, sobre el cerro del Corb o del Moro, se encuentra el castillo de Guanta o de los Moros, del cual sólo quedan unos pequeños escombros. También recibe el nombre de castillo del Moro.
Por cronología documental, es anterior al castillo de Sentmenat, puesto que es mencionado por primera vez en 1012. Parece que el origen del topónimo Guanta está en el nombre propio de la persona Gonter, del siglo X. El castillo de Guanta formaba parte de la red de castillos de defensa y torres de vigilancia cristianas contra las incursiones de las tropas musulmanas situadas más allá del Llobregat. Fue, según la leyenda, refugio del conde Borrell.
Casa de Guanta: la casa de Guanta es de antes del siglo XV pero la documentación sobre la existencia de esta masía es confusa, si bien hay noticias de los linajes Guanta y Castellet de Guanta desde el siglo XIII. La distinción entre castellet y casa no se puede hacer hasta el siglo XV.
Castillo de Sentmenat: edificio en origen defensivo de planta irregular, que ha sido transformado a lo largo del tiempo en un edificio agrícola. La edificación se desarrolla, en forma de herradura, alrededor de un patio central. Actualmente la planta baja se utiliza como almacén, la primera como residencial y la segunda como anexos.
La primera vez que aparece su nombre es en 1056 y va ligado a un tal Ramon Miró. El 1380, Pere de Sentmenat obtuvo la señoría del castillo y su término. El edificio está hecho totalmente de piedra, bastante bien conservado en su exterior, abierto en el lado de poniente y cercado por el lado de levante por un grueso muro, que en algunos puntos llega a lograr el grueso de 3,40 m. Este muro ofrecía protección a la parte llana, más accesible y fácil de atacar.
En su interior se pueden ver varias arcadas góticas, algunas tapadas por paredes, y una magnífica bóveda de cañón, que cubre en toda su longitud el corredor paralelo a la pared de levante. Sobre la puerta principal se puede observar un escudo con tres alas: son las del emblema de los Sentmenat. El castillo tiene a su lado una ermita muy reformada dedicada a Sant Jaume, donde hay enterrados casi todos los marqueses de Sentmenat de estos dos últimos siglos.
Poblado ibérico: sobre la llanura que forma el cerro de la Torre Roja está demostrada la existencia de los restos de un importante poblado ibérico. Actualmente los Servicios de Arqueología de la Generalitat efectúan unas excavaciones con resultados positivos.
La Torre Roja: restos de una torre de defensa de planta circular, el muro de la cual fue posteriormente circunscrita por otro muro, posiblemente durante la misma época. La torre, con unos muros de 190 cm de grueso, está construida con piedras de tabicar dispuesta en hiladas horizontales y formando, en buena parte, espina de pez “opus spicatum”.
El revestimiento exterior, con un grueso de 155 cm, se adosa a la torre y no tiene cara interna. El muro que forma este revestimiento está hecho con grandes sillares, posiblemente aprovechados de construcciones anteriores (al lado mismo hay un poblado ibérico), a pesar de que, también podría ser que formara parte de algún edificio anterior.
El nombre primitivo era Castellar o Puig Castellar, (siglo XIV). A pesar de que durante los siglos XI y XII existían en Caldes los linajes Penya Roja y Turre Rubea, el topónimo “Torre Roja” no aparece, y de forma indirecta, hasta el año 1529. La torre interior es del siglo X.
SUGERENCIAS
El bosque y el torrente de Guanta, el monte de la Creu, el dolmen de Serra Cavallera y Can Fruitós son puntos de interés cercanos a esta ruta.
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Castillo de Sentmenat
Construcción que data del año 1056 y tiene sus orígenes como castillo mojón.
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