En los siglos X-XI, Castellar era un territorio definido como “castrum kastellare”, formado por masías diseminadas y con dominio feudal de la familia Clasquerí. La población vivía mayoritariamente en masías, alrededor de las parroquias de San Esteban y San Félix. Todavía hoy se pueden encontrar una gran cantidad de masías en su término municipal.
Junto al castillo de Clasquerí se encuentra la masía del Castell, que destaca por su acueducto, y Can Sellent, una excepcional masía de grandes dimensiones que sobresale de entre medio de los bosques y que mantiene aún su actividad agrícola.
Otros ejemplos son El Brunet, una majestuosa edificación rural justo a la orilla del río, situada al inicio de la carretera de Sant Llorenç Savall. En dirección norte, hacia Sant Feliu de Racó, está Can Juliana.
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