Los parques de Ripollet

Este itinerario nos permite descubrir, en pocos kilómetros, muchas de las realidades de la comarca. Andaremos cerca de los huertos plantados en las fértiles orillas del río Ripoll, recorreremos por los parques y pulmones de la villa, bordearemos los sectores más industriales y pasearemos por las calles más céntricas de Ripollet.

Salimos de delante la iglesia parroquial de Sant Esteve, todo un símbolo de la villa. El edificio actual está construido sobre una iglesia románica del siglo X con planta en forma de cruz latina. El portal es de estilo renacentista del s. XVII. Si nos fijamos en los pedestales que soportan las columnas, descubriremos unos pollitos cortados a la piedra que simbolizan el escudo municipal.

El campanario actual, de estilo modernista, se construyó en 1882 para sustituir el malogrado campanario de espadaña anterior. Bajamos por la calle Nou, hasta cruzar la calle Balmes, una ancha avenida. A la izquierda vemos el Ayuntamiento. Continuamos por el parque del río Ripoll hasta el camino que bordea los huertos y que tomamos hacia el norte. Llegamos al polideportivo y subimos por la calle Magallanes hasta la carretera de Santiga, que tomamos a la izquierda hasta la Casa de Natura, que identificaremos fácilmente por las placas solares instaladas en su jardín.

La Casa de Natura es un equipamiento municipal donde se desarrollan actividades de educación ambiental y actividades destinadas a la adquisición de conocimientos sobre ciencias naturales. Tomamos la avenida del Mediterrani a la derecha y entramos al Parc dels Pinetons. Nos enfilamos por la parte más alta del parque y nos dirigimos hacia un enorme depósito.

Desde este punto, las vistas sobre la ciudad a un lado y las de Sant Llorenç del Munt al otro son impresionantes. El paisaje es totalmente agrícola y el camino, llamado camino de la Serra, recorre el lindero de los campos de cultivo. Al final de los campos, la línea de árboles y vegetación de ribera nos indica el trazado del torrente de Can Duran. A la altura de la calle de Pau Casals dejamos el camino de la Serra y entramos al pueblo. Unas escaleras a la izquierda nos permiten tomar la calle de Joan Miró, que seguimos hasta el final. Continuamos a la derecha por la rambla de Sant Jordi, una de las vías principales de la villa, hasta el mercado. La calle Nou, que baja a la izquierda, nos lleva de nuevo a la iglesia de Sant Esteve.

Zonas de juego y pícnic en cualquiera de los parques que encontramos a lo largo del recorrido.